Saint Herménégilde (13 Avril)
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Saint Herménégilde (13 Avril)
Triunfo de San Hermenegildo (1654), por Francisco de Herrera
San Hermenegildo
Primogénito del rey visigodo Leovigildo, profesa la religión de sus padres —el arrianismo— hasta que, bajo la influencia de su esposa y de San Leandro, Obispo de Sevilla, se convierte al catolicismo. Ante la persecución desencadenada por su padre contra los católicos, le declara la guerra en el año 582. Vencido y hecho prisionero por Leovigildo, muere mártir de su fe en 585. — Fiesta: 13 de abril.
El reino visigodo alcanza su apogeo con Leovigildo, que asocia al gobierno a sus dos hijos, Hermenegildo y Recaredo, con el fin de asegurar la continuidad de la monarquía en su propia familia. Quizá ello fue causa de muchas conjuraciones surgidas durante su reinado, en el seno de la nobleza, las cuales fueron reprimidas con mano firme. Recuérdese que la monarquía visigoda era electiva teóricamente, siguiendo un principio germánico.
Leovigildo era un guerrero afortunado y un hábil político, y no cejó en su empeño.
La aspiración fundamental del gran rey visigodo era la unidad política, y creía que la sola base sólida de ésta estaba en la unidad religiosa.
No andaba equivocado en tal visión; pero sí lo anduvo en el enfoque de la unidad religiosa a base del arrianismo.
Los visigodos vinieron a España arrianos. Ésta fue la gran tragedia de su monarquía y la gran tragedia de España.
La diferencia de religión ahondó y exacerbó la que había entre dominadores y dominados, desde el punto de vista étnico. Los primeros, germánicos; los segundos, hispano-romanos en su inmensa mayoría.
La diferencia de religión impidió la fusión espiritual de los dos pueblos, y aun su simple soldadura.
De haber venido los invasores católicos o paganos, el hermanamiento perfecto se hubiese realizado pronto y fácilmente. Recuérdese la conversión masiva de los franceses en los tempranos días de Clodoveo...
La tragedia se proyectó ampliamente sobre nuestra Historia, la cual hubiese sido muy otra con la unidad católica del reino visigodo, realizada a tiempo, y no con una tardanza y una premiosidad que no permitieron solidificarla y convertirla en muro infranqueable a la invasión musulmana, fruto directo de la fragilidad de la política y de las rencillas intestinas de los godos.
Repitámoslo: Leovigildo —que había dado unos pasos hacia la unidad política sometiendo a los vascones y a los suevos, y estructurando una admirable obra legislativa— se equivocó al querer unificar a la nación en el arrianismo... Perdió miserablemente un tiempo precioso.
En la misma Casa real había una católica: Ingunda, hermana del rey de Austrasia, Childeberto II, que en el año 579 se había casado con Hermenegildo.
En cambio, su abuela Godsuinta, casada en segundas nupcias con Leovigildo, intentó por todos los medios que abrazara el arrianismo, sin éxito alguno.
Para terminar con aquel malestar doméstico, Leovigildo decide que el matrimonio Hermenegildo-Ingunda se traslade a Sevilla, donde el monarca necesita un representante de toda confianza.
Allí los dos vivirán en paz, y quizá ella ceda algún día.
Lo que sucedió fue que Hermenegildo, en la paz familiar y rodeado de una corte adicta, fue penetrando en la auténtica doctrina cristiana.
Su corazón de esposo amante acepta las insinuaciones de Ingunda, que le llevan a tratar frecuentemente con el entonces Obispo de Sevilla, San Leandro. A través de este trato llega al conocimiento de la falsedad del arrianismo, que niega dogmas tan fundamentales como la divinidad de Jesucristo, y la naturaleza de la Santísima Trinidad, viendo cómo la verdad está en toda su plenitud en el catolicismo.
Es entonces cuando abjura el arrianismo para abrazar la fe católica, tomando en su bautismo el nombre de Juan. Mientras tanto, Leovigildo había intensificado sus esfuerzos para conseguir a toda costa la unidad religiosa en el arrianismo. Para ello reúne un Concilio de obispos arrianos en Toledo, que facilita —con el reconocimiento de la validez del bautismo católico— la apostasía, exigiendo sólo la confesión de una fórmula trinitaria herética. Mas como esto no basta para atraer a los católicos, una tenaz persecución se desencadena contra ellos.
En este estado de cosas, la noticia de la conversión de Hermenegildo llega a Toledo, consiguiendo exasperar a su padre que, instigado por Godsuinta, intensifica sus iras para contrarrestar el movimiento hacia el catolicismo que podía seguirse de aquel hecho. Mas todo fue inútil. En la provincia Bética todos los ciudadanos, compactamente, se agrupan en torno a Hermenegildo, en quien ven al defensor de sus ideales religiosos y políticos.
La postura de aquellos católicos se hace belicosa, imponente. El príncipe —aunque seguramente no sin tortura interior— se lanza a la guerra contra su padre. Es la libertad de los católicos en la profesión de sus creencias la que está en juego, muchas ciudades y castillos se han declarado en favor de Hermenegildo, a la vez que sus embajadores buscan la ayuda de los suevos, de los francos y bizantinos, todos ellos pueblos católicos.
Pero Leovigildo no está dispuesto a tolerar la rebelión de su hijo, e inicia una afortunada campaña, conquistando Cáceres y Mérida; y cortando el paso a los suevos y sobornando al general bizantino, deja a Hermenegildo sin una preciosa ayuda, del todo necesaria para sus planes bélicos.
El príncipe se prepara para la defensa; pone a salvo a su mujer y a su hijo en territorio bizantino, y al frente de los suyos resiste heroicamente en Sevilla hasta que, caída la ciudad, escapa a Córdoba, donde se acoge al asilo de un templo.
Parece que aquí es donde interviene su hermano Recaredo, que le ofrece, en nombre de su padre, la conservación de la vida, si se entrega.
Acepta Hermenegildo quien, convertido en prisionero, va a parar a Tarragona, en cuya cárcel es coaccionado para que abrace nuevamente el arrianismo. No cede la firmeza del príncipe, que se mantiene fiel a su fe, muriendo asesinado, en el mismo calabozo, al negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arriano.
Sucedía esto en el año 585, y no se hizo esperar el fruto de aquella sangre vertida en defensa de la fe católica. Antes de un año, en el 586, fallecía Leovigildo recomendando a su hijo Recaredo que se convirtiese al catolicismo, cosa que hizo inmediatamente.
Y a los cuatro años del martirio de Hermenegildo, todo el pueblo visigodo abjuraba solemnemente el arrianismo, con lo que se conseguía aquella unidad que Leovigildo tanto deseara.
(Tiré de BEC: Biblioteca Electrónica Cristiana)
Saint-Herménégilde est un grand exemple pour nous. Il a préféré mourir plutôt que recevoir la Communion des mains d'un hérétique.
Prions à ce saint de sorte qu'il peut nous obtenir la même force et le courage pour ne jamais trahir Notre Sainte Foi Catholique.
SAINT HERMÉNÉGILDE, PRIEZ POUR NOUS
Invité- Invité
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Auxilium Christianorum a écrit:
Triunfo de San Hermenegildo (1654), por Francisco de HerreraSan Hermenegildo
Primogénito del rey visigodo Leovigildo, profesa la religión de sus padres —el arrianismo— hasta que, bajo la influencia de su esposa y de San Leandro, Obispo de Sevilla, se convierte al catolicismo. Ante la persecución desencadenada por su padre contra los católicos, le declara la guerra en el año 582. Vencido y hecho prisionero por Leovigildo, muere mártir de su fe en 585. — Fiesta: 13 de abril.
El reino visigodo alcanza su apogeo con Leovigildo, que asocia al gobierno a sus dos hijos, Hermenegildo y Recaredo, con el fin de asegurar la continuidad de la monarquía en su propia familia. Quizá ello fue causa de muchas conjuraciones surgidas durante su reinado, en el seno de la nobleza, las cuales fueron reprimidas con mano firme. Recuérdese que la monarquía visigoda era electiva teóricamente, siguiendo un principio germánico.
Leovigildo era un guerrero afortunado y un hábil político, y no cejó en su empeño.
La aspiración fundamental del gran rey visigodo era la unidad política, y creía que la sola base sólida de ésta estaba en la unidad religiosa.
No andaba equivocado en tal visión; pero sí lo anduvo en el enfoque de la unidad religiosa a base del arrianismo.
Los visigodos vinieron a España arrianos. Ésta fue la gran tragedia de su monarquía y la gran tragedia de España.
La diferencia de religión ahondó y exacerbó la que había entre dominadores y dominados, desde el punto de vista étnico. Los primeros, germánicos; los segundos, hispano-romanos en su inmensa mayoría.
La diferencia de religión impidió la fusión espiritual de los dos pueblos, y aun su simple soldadura.
De haber venido los invasores católicos o paganos, el hermanamiento perfecto se hubiese realizado pronto y fácilmente. Recuérdese la conversión masiva de los franceses en los tempranos días de Clodoveo...
La tragedia se proyectó ampliamente sobre nuestra Historia, la cual hubiese sido muy otra con la unidad católica del reino visigodo, realizada a tiempo, y no con una tardanza y una premiosidad que no permitieron solidificarla y convertirla en muro infranqueable a la invasión musulmana, fruto directo de la fragilidad de la política y de las rencillas intestinas de los godos.
Repitámoslo: Leovigildo —que había dado unos pasos hacia la unidad política sometiendo a los vascones y a los suevos, y estructurando una admirable obra legislativa— se equivocó al querer unificar a la nación en el arrianismo... Perdió miserablemente un tiempo precioso.
En la misma Casa real había una católica: Ingunda, hermana del rey de Austrasia, Childeberto II, que en el año 579 se había casado con Hermenegildo.
En cambio, su abuela Godsuinta, casada en segundas nupcias con Leovigildo, intentó por todos los medios que abrazara el arrianismo, sin éxito alguno.
Para terminar con aquel malestar doméstico, Leovigildo decide que el matrimonio Hermenegildo-Ingunda se traslade a Sevilla, donde el monarca necesita un representante de toda confianza.
Allí los dos vivirán en paz, y quizá ella ceda algún día.
Lo que sucedió fue que Hermenegildo, en la paz familiar y rodeado de una corte adicta, fue penetrando en la auténtica doctrina cristiana.
Su corazón de esposo amante acepta las insinuaciones de Ingunda, que le llevan a tratar frecuentemente con el entonces Obispo de Sevilla, San Leandro. A través de este trato llega al conocimiento de la falsedad del arrianismo, que niega dogmas tan fundamentales como la divinidad de Jesucristo, y la naturaleza de la Santísima Trinidad, viendo cómo la verdad está en toda su plenitud en el catolicismo.
Es entonces cuando abjura el arrianismo para abrazar la fe católica, tomando en su bautismo el nombre de Juan. Mientras tanto, Leovigildo había intensificado sus esfuerzos para conseguir a toda costa la unidad religiosa en el arrianismo. Para ello reúne un Concilio de obispos arrianos en Toledo, que facilita —con el reconocimiento de la validez del bautismo católico— la apostasía, exigiendo sólo la confesión de una fórmula trinitaria herética. Mas como esto no basta para atraer a los católicos, una tenaz persecución se desencadena contra ellos.
En este estado de cosas, la noticia de la conversión de Hermenegildo llega a Toledo, consiguiendo exasperar a su padre que, instigado por Godsuinta, intensifica sus iras para contrarrestar el movimiento hacia el catolicismo que podía seguirse de aquel hecho. Mas todo fue inútil. En la provincia Bética todos los ciudadanos, compactamente, se agrupan en torno a Hermenegildo, en quien ven al defensor de sus ideales religiosos y políticos.
La postura de aquellos católicos se hace belicosa, imponente. El príncipe —aunque seguramente no sin tortura interior— se lanza a la guerra contra su padre. Es la libertad de los católicos en la profesión de sus creencias la que está en juego, muchas ciudades y castillos se han declarado en favor de Hermenegildo, a la vez que sus embajadores buscan la ayuda de los suevos, de los francos y bizantinos, todos ellos pueblos católicos.
Pero Leovigildo no está dispuesto a tolerar la rebelión de su hijo, e inicia una afortunada campaña, conquistando Cáceres y Mérida; y cortando el paso a los suevos y sobornando al general bizantino, deja a Hermenegildo sin una preciosa ayuda, del todo necesaria para sus planes bélicos.
El príncipe se prepara para la defensa; pone a salvo a su mujer y a su hijo en territorio bizantino, y al frente de los suyos resiste heroicamente en Sevilla hasta que, caída la ciudad, escapa a Córdoba, donde se acoge al asilo de un templo.
Parece que aquí es donde interviene su hermano Recaredo, que le ofrece, en nombre de su padre, la conservación de la vida, si se entrega.
Acepta Hermenegildo quien, convertido en prisionero, va a parar a Tarragona, en cuya cárcel es coaccionado para que abrace nuevamente el arrianismo. No cede la firmeza del príncipe, que se mantiene fiel a su fe, muriendo asesinado, en el mismo calabozo, al negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arriano.
Sucedía esto en el año 585, y no se hizo esperar el fruto de aquella sangre vertida en defensa de la fe católica. Antes de un año, en el 586, fallecía Leovigildo recomendando a su hijo Recaredo que se convirtiese al catolicismo, cosa que hizo inmediatamente.
Y a los cuatro años del martirio de Hermenegildo, todo el pueblo visigodo abjuraba solemnemente el arrianismo, con lo que se conseguía aquella unidad que Leovigildo tanto deseara.
(Tiré de BEC: Biblioteca Electrónica Cristiana)
Saint-Herménégilde est un grand exemple pour nous. Il a préféré mourir plutôt que recevoir la Communion des mains d'un hérétique.
Prions à ce saint de sorte qu'il peut nous obtenir la même force et le courage pour ne jamais trahir Notre Sainte Foi Catholique.
SAINT HERMÉNÉGILDE, PRIEZ POUR NOUS
VOILA CE QUE J'APPELLE DU COURAGE ET DE LA FORCE POUSSÉES À L'HÉROÏSME...
TRADUCIONE POR FAVOR...MUCHOS GRATIAS.
ROBERT.- Nombre de messages : 896
Date d'inscription : 22/02/2009
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
VOILA CE QUE J'APPELLE DU COURAGE ET DE LA FORCE POUSSÉES À L'HÉROÏSME...
TRADUCIONE POR FAVOR...MUCHOS GRATIAS.
Cher Thomas in petto,
bien qu'il ne soit pas une traduction littérale, je pense que ce sera bon pour vous. Je l'ai pris d'un site français.
Dieu vous bénisse!
SAINT HERMÉNÉGILDE
Prince martyr
(+ 586)
Leuvigilde, roi des Visigoths d'Espagne, avait épousé en premières noces la reine Théodosia, tante de saint Léandre et de saint Isidore, et il en avait eu deux fils, Herménégilde et Ricarède. Le roi et ses fils étaient ariens comme le peuple tout entier.
Herménégilde fut uni par son père à une digne épouse, Indégonde, fille du roi de France Sigebert. Indégonde devait être pour son mari l'instrument du salut. Par la persuasion et l'exposition de la vérité, elle conquit l'âme du jeune prince, qui reçut le baptême catholique des mains de son oncle, saint Léandre.
Dès lors, il n'y eut plus de paix dans le palais royal. Goswinde, seconde femme du roi, employa toutes les flatteries, toutes les intrigues, toutes les cruautés, pour faire adopter à Indégonde l'arianisme et pour y ramener le prince. Tout fut inutile.
Accusé par cette femme perfide d'attenter, de plus, à la vie de son père, Herménégilde fut jeté dans un cachot et chargé de chaînes. La prison, dit saint Grégoire, devint pour lui le vestibule du Ciel. Comme si le poids des chaînes n'eût pas suffi à ses mains habituées à porter le sceptre, il voulut encore, prisonnier du Christ, se couvrir d'un cilice, cherchant force et courage dans la prière qu'il adressait sans cesse au Dieu tout-puissant. Son père vint le voir et lui fit tous les reproches imaginables; il ne lui épargna pas même le nom d'ingrat, de parricide et de scélérat.
"Mon père, lui répondit Herménégilde, mon seul crime, c'est ma foi; eh bien! je proteste encore que je suis catholique romain; je voudrais mourir cent fois pour la gloire d'un si beau nom. C'est trop peu d'une bouche pour louer Dieu; qu'on déchire mon corps: les plaies que je recevrai seront comme autant de bouches avec lesquelles je bénirai mon Sauveur."
Son père le quitta exaspéré; mais un ange vint du Ciel consoler Herménégilde et lui prédit son martyre. Au temps de Pâques, le prisonnier refusa de recevoir la communion des mains d'un évêque arien. Quand il apprit que le roi son père allait envoyer un bourreau pour lui donner la mort, il se mit en prière avec plus de ferveur, fit à Dieu le sacrifice de sa vie, pria pour son père, pour sa belle-mère et pour ses ennemis. Pendant qu'il invoquait la très Sainte Vierge et son bon ange, les meurtriers entrèrent et lui tranchèrent la tête d'un coup de hache. Le principal des miracles qui suivirent sa mort fut la prompte conversion de l'Espagne.
Abbé L. Jaud, Vie des Saints pour tous les jours de l'année, Tours, Mame, 1950.
Invité- Invité
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Le martyre de Saint Herménégilde
Le principal des miracles qui suivirent sa mort fut la prompte conversion de l'Espagne.
Mon Dieu ! Qu'est-ce que Saint Herménégilde pense de l'Espagne d'aujourd'hui quand il regarde son pays du Ciel ??? L'Espagne, comme la France et tous les pays, c'est devenu une abomination plein d'apostasie et d'iniquité.
Saints Martyrs, priez pour nous
Invité- Invité
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Cher Auxilium Christianorum,
Saint Herménégilde représente le trait d'union entre nos deux Nations par son union à Indégonde, fille d'un roi de France .
Que les barbares Wisigoths se soient massivement convertis suite au martyr de ce saint ne relève certainement pas du détail historique !
Dieu ne laisse rien au hasard (qui n'existe pas d'ailleurs) ...
C'est une très belle histoire, celle de Saint Herménégilde, que vous nous avez rapportée là .
Merci beaucoup cher ami .
Saint Herménégilde, fils du Roi des Wisigoths, priez pour la Chrétienté.
(Litanies royalistes)
Saint Herménégilde représente le trait d'union entre nos deux Nations par son union à Indégonde, fille d'un roi de France .
Que les barbares Wisigoths se soient massivement convertis suite au martyr de ce saint ne relève certainement pas du détail historique !
Dieu ne laisse rien au hasard (qui n'existe pas d'ailleurs) ...
C'est une très belle histoire, celle de Saint Herménégilde, que vous nous avez rapportée là .
Merci beaucoup cher ami .
Saint Herménégilde, fils du Roi des Wisigoths, priez pour la Chrétienté.
(Litanies royalistes)
Eric- Nombre de messages : 1556
Date d'inscription : 24/08/2008
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Apothéose de saint Herménégilde
Eric- Nombre de messages : 1556
Date d'inscription : 24/08/2008
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
.
Grand Merci à vous Auxillium Christianorum pour votre traduction, ainsi qu'à vous Ad Patres pour vos commentaires à la suite... et bienvenue sur Deo Juvantes et au plaisir de vous lire...
Grand Merci à vous Auxillium Christianorum pour votre traduction, ainsi qu'à vous Ad Patres pour vos commentaires à la suite... et bienvenue sur Deo Juvantes et au plaisir de vous lire...
ROBERT.- Nombre de messages : 896
Date d'inscription : 22/02/2009
Histoire complète de saint Herménégilde ...
Bonjour,
Tout d'abord un grand merci à la personne qui a introduit ce sujet sur le forum.
Ci-dessous, pour ceux que ça intéresse, l'histoire de ce saint.
Je pense qu'elle est un peu plus complète, ou, du moins, qu'elle contient des détails supplémentaires.
Cette histoire est un grand exemple pour les catholiques de notre époque, où trop de gens, se disant catholiques, voudraient faire cohabiter la vérité avec l'erreur, notamment en ayant recours à des sacrements illicites ou, pire, invalides ! ...
Puisse ces quelques lignes nous indiquer le comportement que nous, catholiques, devont suivre scrupuleusement dans notre vie quotidienne, personnelle et familiale.
Tout d'abord un grand merci à la personne qui a introduit ce sujet sur le forum.
Ci-dessous, pour ceux que ça intéresse, l'histoire de ce saint.
Je pense qu'elle est un peu plus complète, ou, du moins, qu'elle contient des détails supplémentaires.
Cette histoire est un grand exemple pour les catholiques de notre époque, où trop de gens, se disant catholiques, voudraient faire cohabiter la vérité avec l'erreur, notamment en ayant recours à des sacrements illicites ou, pire, invalides ! ...
LE XIII AVRIL.
SAINT HERMENÉGILDE, MARTYR.
Le mystère de la Pâque nous apparaît aujourd'hui à travers les palmes d'un Martyr. Herménégilde , jeune prince visigoth, est immolé par l'ordre d'un père que l'hérésie aveugle ; et la cause de son trépas est la constance avec laquelle il a repoussé la communion pascale qu'un évoque arien voulait le contraindre à recevoir de ses mains. Le martyr savait que la divine Eucharistie est le signe auguste de l'unité catholique, et qu'il n'est pas permis de participer à la chair de notre Agneau pascal avec ceux qui ne sont pas dans la véritable Eglise. Une consécration sacrilège peut mettre les hérétiques en possession du divin Mystère, si le caractère sacerdotal existe en celui qui a osé franchir la barrière de l'autel du Dieu qu'il blasphème; mais le catholique qui sait qu'il ne lui est pas même permis de prier avec les hérétiques, tremble à la vue du Mystère profané, et s'éloigne pour ne pas faire outrage au Rédempteur jusque dans le Mystère qu'il n'a établi que pour s'unir à ses fidèles.
Le sang du martyr fut fécond. L'Espagne asservie à l'erreur secoua ses chaînes ; un concile tenu à Tolède consomma la réconciliation que la sainte victime avait commencée. Ce fut un spectacle sublime et rare dans les siècles de voir une nation entière se lever pour abjurer l'hérésie ; mais cette nation a été bénie du ciel. Soumise bientôt à la terrible épreuve de l'invasion sarrasine, elle sut en triompher par ses armes, et sa foi toujours pure depuis lui a mérité le plus beau des titres pour un peuple, celui de Catholique.
La sainte Eglise lit aujourd'hui, à l'Office de la nuit, le récit contemporain que saint Grégoire nous a laissé du martyre de saint Herménégilde.
Du livre des Dialogues de saint Grégoire, Pape.
Le roi Herménégilde, fils de Léovigilde, roi des Visigoths, fut converti de l'hérésie arienne à la foi catholique par les instructions du vénérable Léandre, évêque de Séville, avec lequel je suis lié depuis longtemps d'une étroite amitié. Son père demeuré arien fit tout son possible, par caresses et par menaces, pour le faire retomber dans l'hérésie. Mais Herménégilde ayant répondu avec constance que jamais il n'abandonnerait la vraie foi qu'il avait enfin connue, son père irrité le priva de ses droits au trône, et le dépouilla de tous ses biens. Le jeune roi conçut alors un grand dégoût du royaume terrestre, et se mit à désirer ardemment celui du ciel. Déjà chargé de chaînes, il se couvrit d'un cilice ; il demanda au Dieu tout-puissant la force qui lui était nécessaire, et il regarda désormais les pompes de ce monde qui passe avec d'autant plus de mépris, qu'il reconnaissait par sa captivité même le néant d'une gloire qui avait pu lui être ravie.
La fête de Pâques étant survenue, son perfide père lui envoya, durant le silence de la nuit, un évêque arien, afin qu'il reçût es mains de cet évêque la communion eucharistique, que celui-ci ne pouvait lui conférer que par un sacrilège, et qu'il rentrât ainsi dans les bonnes grâces du roi. Mais Herménégilde, tout dévoué à Dieu, voyant venir l'évêque arien, lui parla comme il devait, et repoussa par de justes reproches la perfidie qu'il venait lui proposer; car quoique étendu par terre sous le poids de ses chaînes, il n'en conservait pas moins tout le calme et toute l'élévation de son âme. L'évêque étant retourné auprès du père, ce prince arien frémit de rage, et envoya sur-le-champ quelques-uns de ses officiers chargés de faire périr ce très fidèle confesseur de Dieu dans sa prison: ce qui fut exécuté. Etant entrés, ils lui tendirent la tête d'un coup de hache; mais en lui ôtant ainsi la vie du corps. ils ne purent atteindre en lui que ce qu'il avait lui-même méprisé. Bientôt des miracles célestes éclatèrent pour manifester la véritable gloire dont il jouissait; car le silence de la nuit fut tout à coup interrompu par des chants harmonieux qui retentissaient près du corps de ce roi martyr, d'autant plus véritablement roi qu'il était martyr.
Quelques-uns rapportent que des lampes allumées parurent aussi durant la nuit autour du corps ; ce qui porta tous les fidèles à le révérer comme celui d'un martyr. Le père infidèle et parricide se sentit enfin touche de repentir, et regretta sa faute ; mais ce regret n'alla pas jusqu'à lui faire obtenir le salut. Il reconnut que la foi catholique était la véritable ; mais la crainte que lui inspirait sa nation l'empêcha de la professer. Une maladie lui étant survenue, et se trouvant réduit à l'extrémité, il recommanda à l'évêque Léandre, qu'il avait vivement persécuté autrefois, le roi Reccarède son fils qu'il laissait dans son hérésie, afin que par ses instructions il rendit a ce prince le même service qu'à son frère. Après avoir fait cette recommandation, Léovigilde mourut : et après sa mort, le roi Reccarède voulant imiter, non son père infidèle, mais son frère le martyr, se convertit de l'hérésie arienne, et ramena si complètement à la vraie foi toute la nation des Visigoths. qu'il refusa d'admettre dans ses armées quiconque oserait se déclarer ennemi de Dieu en professant l'hérésie. Il ne faut pas s'étonner qu'il soit devenu ainsi le prédicateur de la foi catholique, ce prince qui était le frère d'un martyr, par les mérites duquel il est aide en ce moment même pour ramener tant d'âmes au sein du Dieu tout-puissant.
Le Pape Urbain VIII a composé les deux Hymnes suivantes pour l'Office du saint Martyr; nous les réunissons en une seule sous la même doxologie.
HYMNE.
Héritier du trône de la vaillante Ibérie, Herménégilde, tu es en même temps la gloire des martyrs, dont l'amour pour le Christ a recruté les bataillons célestes.
Quelle patience est la tienne ! quelle fidélité dans le service promis à Dieu ! Rien ne l'emporte sur lui à tes yeux, et ta sagesse sait écarter les périlleux attraits qui pourraient entraîner ta faiblesse.
Ta vertu surmonte les passions qui préparent le règne du mal dans les âmes ; dans le sentier de la vérité, tu marches d'un pas assuré.
Les caresses d'un père ne t'ont pas fléchi ; rien n'a pu amollir ton courage, ni les douceurs d'une vie opulente, ni l'éclat des pierreries, ni l'ambition du trône.
Le tranchant du glaive, la fureur du bourreau, n'ont rien qui t'effraie ; à tes yeux les joies célestes sont préférables au bonheur périssable d'ici-bas.
Maintenant, du haut du ciel, sois-nous propice ; et tandis que nous célébrons la palme, prix glorieux de ton trépas, écoute avec bonté nos prières.
Louange soit à jamais au Père souverain ! fidèles, offrez vos humbles vœux à son Fils éternel, et célébrez le divin Esprit dans des cantiques sans fin.
Amen.
Courageux témoin de la vérité du Symbole de la foi, Herménégilde, nous vous offrons aujourd'hui nos hommages et nos actions de grâces.
Votre mort courageuse a montré l'amour que vous aviez pour le Christ, et votre mépris des honneurs de la terre nous apprend à les mépriser. Né pour le trône, un cachot est devenu votre séjour ici-bas ; et c'est de là que vous êtes parti pour le ciel, le front ceint des palmes du martyre, couronne mille fois plus éclatante que celle qui vous était offerte pour prix d'une honteuse apostasie. Priez maintenant pour nous ; l'Eglise, en inscrivant votre nom sur le Cycle sacré, vous y convie en ces jours. La Pâque fut le jour de votre triomphe ; obtenez qu'elle soit pour nous une véritable Pâque, une complète résurrection qui nous conduise sur vos traces jusqu'à l'heureux séjour où vos yeux contemplent Jésus ressuscité. Rendez-nous fermes dans la foi, dociles à l'enseignement de la sainte Eglise, opposés à toute erreur et à toute nouveauté. Veillez sur l'Espagne votre patrie, qui doit à votre sang versé en témoignage de la vraie foi tant de siècles de pure orthodoxie ; préservez-la de toute défection, afin qu'elle ne cesse jamais de mériter le beau titre qui fait sa gloire.
Source : http://abbaye-saint-benoit.ch/gueranger/anneliturgique/paques/paques02/saints/032.htm
Puisse ces quelques lignes nous indiquer le comportement que nous, catholiques, devont suivre scrupuleusement dans notre vie quotidienne, personnelle et familiale.
Dernière édition par Discret le Lun 4 Mai 2009 - 23:31, édité 2 fois
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Discret a écrit :
C'est le mal de nos milieux traditionaliste d'aller chercher au détriment de la Vérité les sacrements illicites et invalides!
Merci pour cet exemple de SAINT HERMENÉGILDE, MARTYR.
Au plaisir de vous relire !
Et bienvenue à vous sur Deo Juvante !
Tout d'abord un grand merci à la personne qui a introduit ce sujet sur le forum.
Ci-dessous, pour ceux que ça intéresse, l'histoire de ce saint.
Je pense qu'elle est un peu plus complète, ou, du moins, qu'elle contient des détails supplémentaires.
Cette histoire est un grand exemple pour les catholiques de notre époque, où trop de gens, se disant catholiques, voudraient faire cohabiter la vérité avec l'erreur, notamment en ayant recours à des sacrements illicites ou, pire, invalide ! ...
C'est le mal de nos milieux traditionaliste d'aller chercher au détriment de la Vérité les sacrements illicites et invalides!
Merci pour cet exemple de SAINT HERMENÉGILDE, MARTYR.
Au plaisir de vous relire !
Et bienvenue à vous sur Deo Juvante !
Diane- Nombre de messages : 2463
Date d'inscription : 17/02/2009
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Merci à tous pour la biographie de ce grand saint..
Discrètement, je souhaite la bienvenue à Discret sur Deo Juvante, ça fait chaud au coeur de voir des catholiques sortir de l'ombre...
Discrètement, je souhaite la bienvenue à Discret sur Deo Juvante, ça fait chaud au coeur de voir des catholiques sortir de l'ombre...
gabrielle- Nombre de messages : 2043
Date d'inscription : 19/01/2009
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Bienvenue Discret!
Catherine- Nombre de messages : 713
Age : 39
Date d'inscription : 14/10/2008
Re: Saint Herménégilde (13 Avril)
Vous êtes le bienvenu ici cher Discret !
Merci à vous pour l'histoire de ce grand saint qui est d'un grand enseignement pour notre temps !
Merci à vous pour l'histoire de ce grand saint qui est d'un grand enseignement pour notre temps !
Sandrine- Nombre de messages : 1756
Date d'inscription : 24/08/2008
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